Shh! Calla y escucha ese silencio que proviene de ti,de tu cuarto, de tu mundo. Descálzate y cierra los ojos. Sonríe en ese silencio que te envuelve. Apaga el móvil,aunque sea 5 minutos,tranquila, el mundo no se acabará. Quítate el reloj y cuando estés lista, rompe el silencio que era tuyo. Acércate a la cadena de música y enciendela. Las primeras notas de música le ganan la batalla a la más completa quietud y se adueñan de la situación. Una a una,palabra por palabra, te llegan y ahora tienen el sentido que tu día de hoy le dan.
Cantas mientras que ojeas esas fotos que llevan años en el corcho de tu habitación pero que todavía tienen un recuerdo encerrado en los megapixéles. Besos,frases,felicitaciones,notas de recordatorio y postales de medio mundo adornan la gran pared blanca. Hay un mapa sujetado con chinchetas en el que un rotulador fluorescente se ha encargado de recordar la ruta: Italia, Australia, USA,Sudáfrica y Uruguay. Países tan lejanos en el que hay millones y millones de personas con situaciones distintas que ni siquiera saben de tu existencia, y a lo mejor entre alguna de ellas está la tuya. Para! Te prometiste no pensar en eso. Ahora guardarás todas las preocupaciones debajo de la cama para no volver a echarles cuenta.
Poco a poco tus ojos se giran hacia el colorido calendario. Con que sencillez tachamos los días sin pensar en lo que eso realmente significa,pero no te importa. Sigues hacia delante y te fijas en el día de hoy. No pienses si te equivocaste o si perdiste una oportunidad,quizás hayas echo lo correcto,sino, no pasa nada, la vida sigue.
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