Los minutos como horas ,las horas como días y los días como años. Percibía el tiempo de esa manera tan infinita pero a la vez tan finita. Podía controlar cuando pasaba un minuto sin ni siquiera mirar el reloj. Y todo era porque le echaba de menos.
¿Se podía echar tanto de menos unos brazos? ¿Un olor,una sonrisa o un beso furtivo?No,no se podía y la necesidad iba aumentando, no veía el momento de poder abrazarle y poder decirle en persona todo lo que le quería, por que era verdad. Le quería casi o más que su propia vida y eso nada ni nadie lo iba a cambiar.
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