Verás, escribo esto y no sé por qué. Quiero hacer mil cosas en la vida, visitar quinientos mil lugares, hacer las fotos más impresionantes que jamás haya visto nadie, y sin embargo, tengo miedo.
Hasta hace unos meses, me sentía preocupada. Preocupada por no encontrar lo que más deseo en este mundo. El amor. Pero con el tiempo he aprendido que, quizás y digo quizás, hasta el amor sea una cosa del destino.
Sí, y explicaré porque, si tú encuentras a la persona a quien amar, si has sido capaz de darle todo tu amor sin dejar una sola gotita de todo lo que hay en ti, has sido afortunada y lista. Pero si en cambio encuentras a la persona pero no das lo mejor de ti, aún sabiendo que va a acabar de todos modos, porque todo en esta vida es efímero, has sido tonta y torpe. Por lo tanto y siguiendo este razonamiento tu vida la diriges tú, y tú tomas las riendas de todo. Pero existe el factor suerte, y más ampliamente el factor destino.
Ha sido por mano del destino que hayas encontrado a la persona, y también ha sido culpa del destino que tuvieras los ojos vendados y no poder haberte dado cuenta de eso.
Tenemos que hacer una cosa que hoy en día, está en deshuso. Pensar y creer.
”El hombre es el verdadero creador de su destino. Cuando no está convencido de ello, no es nada en la vida." Gustavo Le Bon |
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