Ahora entiendo qué es el arte- y, atravesándome con esa mirada untuosa, preñada de inteligencia-... es cuando Dios tiene nostalgia de los hombres.

sábado, 8 de enero de 2011

Y no había palabras...

Parecía que estaba allí,es más estaba, pero su mente no. Algo le rondaba la cabeza pero entre que el ruido de la calle le desconcentraba y que su presencia le dispersaban,la preocupación iba aumentando por momentos. Cada vez que andaban un paso,cada vez que se acercaban más a ese lugar crecía la inseguridad, a pesar de que él le había repetido quinientas veces que no habría porque preocuparse,pero era inútil,es lo que tiene ser novata.

Por fin solos, llegó el momento productor de mil paranoias, de mil cavilaciones, de mil preocupaciones,no había marcha atrás además ella no quería darla. La noche empezaba a caer,pero todavía se veía lo suficiente, sus ojos se fijaron en los de ella y,sin querer o queriendo,disipó con esa mirada todo rastro de duda. Poco a poco se acercaron, se podía notar la magia,y se besaron. No fue el beso del siglo pero a ella le bastaba, que más se podía pedir si era el primero.

Se sentía estúpida por haber dudado,por haber creído que no saldría bien.. que tontería con él a su lado, nada podría salir mal. Cuando le volvió a mirar, la sensación de que quería pasar con el el resto de sus días la sacudió y le hizo sonreír. Esta vez fue ella quien se atrevió;le volvió a besar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario